sábado, diciembre 29, 2007

Cerrando etapa

Bien... dicen que al llegar el fin de año, uno empieza a hacer sus balances.

Este año en particular, ha tenido algunos cambios en mi vida. La mayoría buenos, he de decir. Se ve que Alguien por ahi arriba aún me quiere un poquito :P

Encontré una persona maravillosa... que lastimosamente solo estuvo poquisimo tiempo en mi vida. Quizás sea lo mejor para ella no estar cerca mío. Ando muy sombrío últimamente.

Sigo trabajando, lo que en estos tiempos ya es mucho. Ese trabajo me da lo suficiente para vivir y hasta para darme pequeños lujos de vez en cuando. No es de mi entero agrado, es verdad. Pero es lo que tenemos ahora. Asi que a llevarlos con dignidad.

He agregado gente a mi círculo de amigos. La mayoría jóvenes, con quienes compartimos el gusto por determinada música. De la metalera, para ser exactos. Buena gente que me da sus alegrias, y que algunos me han tomado como un hermano mayor, cuando no un padre :P

Mi espíritu se ha oscurecido un poco más. Cada vez es mayor la noche interna. Y no se avizora un amanecer cercano. Será que tanto buscar, no me deja disfrutar lo que tengo.

Mucha gente ha aportado su luz a mi vida este año. Gente que ha llegado por diferentes vías. Personales, vía chat, incluso por este blog. Miles de gracias a todos por darme un poco de paz en medio de mi turbulencia. Nombrar algunos sería inmerecer a todos. Asi que a todos, gracias.

Por eso.. este año, ha sido un año bueno. No ideal, pero sí bueno.

Salud! Por un 2008 mejor :o)

miércoles, diciembre 12, 2007

Aniversario

Leticia subió presurosa los escalones que conducían al primer piso del viejo edificio, que carecía de ascensor. Estaba contenta. Ese día celebraría con Jorge su primer año juntos. En su mano, una bolsa contenía unos congelados filetes que, en el microondas, se convertirían en una deliciosa cena en la que el salmón sería el plato principal, el preferido de su amado. Junto al pescado, una botella de champagne condensaba el vapor existente en el aire, dando claras señas de estar fría también. Hacía un poco más de un año que Martín, un amigo común, le había presentado a Jorge en el cumpleaños de aquél. Era un apuesto treintañero que dirigía una empresa de insumos informáticos, de buen ver y mejor vestir, con quien había comenzado a salir unos días después, tras intercambiar números telefónicos en el mismo cumpleaños y recibir de él un convite a una cena. Ella venía de una larga y penosa relación, donde finalmente fue dejada de lado por otra mujer, y él se reponía de un divorcio en el cual, felizmente, no había hijos de por medio. Se veían con regularidad, excepción hecha de los días viernes, que desde un principio Jorge la había aclarado, era su día para ir a jugar bowling con sus amigos, deporte en el que tenía cierta destreza, pero que a Lucía no le interesaba, por lo que nunca le acompañó, si bien tampoco le negó su derecho a continuar una vida propia. De todos modos, la semana tenía otros seis días para verse. Pero este viernes, ella le esperaría en el departamento de su amado, del que tenía una copia de la llave, con al cena lista y su amor ardiente, para festejar.

Al entrar en el espacioso living, notó extrañada que la luz del cuarto estaba prendida. Sin hacer ruidos, se asomó por la rendija que la puerta dejaba entre ésta y el marco, viendo sobre la cama, abrazados, amándose y desnudos, a Jorge y Martín, sin sospechar éstos que, sentada en una esquina de la habitación, reía a carcajadas la Muerte.