sábado, enero 27, 2007

Mi abuela Tita

Se llamaba Eloísa, y no le gustaba para nada. Decia que la mamá la había "castigado" con ese nombre. Así que no lo mencionaré más. Símplemente es a modo introductorio. Para todo lo demás, es la Abuela Tita.

Gente de esas de antes, del interior (nacida en Melo, capital del departamento de Cerro Largo, frontera con Brasil), de esas que si te decia "no", podría congelarse el infierno antes que cambie de parecer. Ysi te decía "si", no había Diablo que la detuviera para cumplir lo que prometió.

Persona que sufrió mucho y tuvo tres esposos. El primero, un militar, se suicidó cuando ella no llegaba a los 25. El segundo (mi abuelo) nunca supe si realmente se casó o no con ella, ya que era algo de lo que no hablaba. El tercero, nunca lo conocí, simplemente sé que se llamaba Valentín.

Del primer matrimonio tuvo un hijo, mi Tío José. Del segundo, mi padre y su mellizo, Andrés. Dura purueba le puso la vida, cuando a los 17 años, un 6 de enero, Andrés se ahogó en la playa. Quedó solo mi padre en la casa (lo cual es un decir, ya que era y sigue siendo un terrible mujeriego y aficionado a las cartas). Y un día mi viejo le llega con "el regalito" de la novia embarazada. Se imaginan el lío que se armó!! Hasta que de ese embarazo, aparecí yo.

Esa señora desde ese día, vivió para mi. Cuando mis viejos se divorciaron (tenía yo 7 años) se preocupaba siempre que tuviera todo lo que precisaba para la escuela. Me compraba cada año todos los libros, así sean los más nuevos y caros. Cuando fui a vivir con ella y mi viejo, a los 10, fue como si se le abriera el sol, decía.

Después pagó todo mi liceo. Privado, eh! Nada de colegio común para SU nieto (y no era el único, hay varios más, pero era el preferido, lo reconozco). Y al mismo nivel, o sea, todo nuevo, todo excelente. Pagó el Anglo, y poder decir a los 17 años que podía trabajar si quería con mi FCC como profesor de inglés.

Ella sabía siempre donde estaba yo. Sabía que si me venían a buscar de la Cruz Roja (fui voluntairo muchísimos años en Paraguay), le dejaba una notita diciendole a donde iba y qué demoraría en volver. Sabía que mis viajes, los que hice gracias a esa institución, eran seguros, y rezaba cada día de su vida por mi padre y por mi. La oía cada noche, mientras viví con ella.

Demás está decir que no había una sola mujer digna de su nieto!! Esta es vieja, aquélla es gorda (justo a mi, je), la otra es muy bajita, la de más allá parece una loca... y un día le dije "mire, doña (con cariño la llamabamos así) alguna va a tener que ser, y creo que va a ser ésta". Y a muy regañadientes fue a mi casamiento. Y remarcó cuando la llamó el juez a firmar como testigo que era "señorita de 70 años".

Nunca me alejé de ella. Siempre viví, como mucho, a 20 minutos de ómnibus. A veces mi ex esposa me decía que no me iba del todo de esa casa. Tal vez tenía razón.

Siempre le decíamos que ella moriría el día que no la dejaran hacer nada. Limpiaba hasta la obsesión, ordenaba hasta el exceso. lavaba la ropa A MANO con 80 años....Nunca quiso que le compráramos un lavarropa, decía que "lavan mal, después tenés que fregar los cuellos igual"

Un día se mudó a la casa de mi tío José, ya en Montevideo nuevamente. Y como su nuera no le dajaba hacer nada, ella se dejó ir. Tenia 83 años cuando le encontraron cancer de pulmon. Jamas habia fumado, se reia. Y no quiso pelear mucho. Hizo lo que pudo, y una noche que la fui a ver al Hospital, estaba realmente mal. Inconsciente, se quejaba en cada respiración. Entonces me acerqué a ella, y muy suavemente en el oido le dije "ya está, ya hiciste todo lo que debías, Andres te está esperando". Juro que no le dije más nada.

Y al día siugiente, mi tío me llamó que había partido.

Mi abuela Tita... la persona que hizo de mi lo mucho o lo poco que pueda hoy ser.

2 comentarios:

:: Josh :: dijo...

Dios bendiga a la Abuela Tita!!!

Anónimo dijo...

Pusiste tanto sentir en el relato que lograste emocionarme. Tu abuela Tita te enseñó algo invalorable, sos agradecido, con "eso" no el hombre no nace...a veces se aprende, si hay quien enseñe.
Un beso (aunque me conmoviste por dos)
Viviana